A los amantes de poesía con denominación La Mancha, sugiero compren
y lean el volumen colectivo titulado “Palabra de Amor”. Lo patrocina
el Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava, donde tuvo lugar el III
Encuentro Oretania de Poetas.
Conocidos autores de la provincia reflexionan sobre temas universales,
en este caso el amor. Valiosa labor cultural y también solidaria del
grupo de comunicación que dirige el calzadeño Julio Criado, pues la
venta del libro se destina para fines sociales.
Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real y buen
amigo de nuestros poetas, declara en su prólogo: “Ay, si el mundo
se dejara guiar de cuando en cuando por los poetas... No sería necesaria
la frase de Aristóteles: “La historia cuenta lo que sucedió;
la poesía lo que debió suceder.” (p.7)
Nueve voces iluminan el amor pasional, afectivo, maternal, elegíaco,
divino..., la amargura del desamor y hasta detalles de buen humor. El
coordinador de los encuentros, Luis Díaz-Cacho, ha reunido a poetas
de diferentes estilos y trayectorias: Antonia Piqueras Jiménez (Villamanrique),
Elisabeth Porrero Vozmediano (Ciudad Real), Luis Romero de Ávila Prieto
(La Solana), Manuel Muñoz Moreno (Argamasilla de Calatrava), Nicolás
del Hierro (Piedrabuena), Pilar Serrano de Menchén (Argamasilla de
Alba), Presentación Pérez González (Villanueva de los Infantes) y
Ramona Romero de Ávila Bueno (La Solana).
Antonia Piqueras aporta cuatro poemas entrañables, cuyos versos acogen
el amor desde que surge conmovido, pasando por el júbilo de dar nuevas
vidas, verlas crecer y caminar libres hacia la luz..., para culminar
en una visión esperanzadora sobre lo irremediable: “Cuando ya
no esté, cuando me haya ido,/ búscame en el firmamento./
¡Allí estaré, entre las estrellas,/ siempre vigilando tu sueño!”
(p.22)
Elisabeth Porrero combina cinco poemas de versos libres: “Tu lengua
(...) dándole forma y más significados/ que nunca se creyó/ capaz
de poseer.” (p.36), con tres sonetos que dibujan un ciclo romántico,
Antes de ti, En ti y Después de ti: “Escuchará
mis ruegos el destino/ y dirá que otra vez me perteneces,/ pues no
sabré morir si no es contigo.” (p.30)
Luis Díaz-Cacho firma dos poemas; el primero, Ponme un nombre de amor
entre los labios, consta de cinco partes: “Ponme un copo de nube/
entre las manos/ que me haga sentir/ todo el deseo/ que me tiene prendido/
a tu distancia.” (43), y tres sonetos que titula Llevo tu sed
clavada en mi costado: “Soy peregrino/ que camina sin rumbo su
mañana./ Con tu amor en mis brazos soy solana/ en la noche de sol de
mi destino.” (p.46)
Luis Romero de Ávila colabora con romances y sonetos dedicados al amor
familiar, conyugal, humano y divino: “En Dios nuestra ilusión,
como un secreto/ que nadie sabe, amor, que nadie sabe,/ una historia
que solamente cabe/ en dos almas divinas...” (p.57); más un último
poema de versos endecasílabos asonantados, donde su voz se desnuda:
“Hoy vengo a confesar que soy poeta,/ hoy quiero repetir que la esperanza/
del mundo está en nosotros, los amigos/ del amor, de la vida y la palabra...”
(p.59)
De Manuel Muñoz es Alguna historia de amor, escrito en cinco partes
de prosa poética: “No he conocido mejores días que estos que
me ha tocado vivir/.../ de los que sólo me salva la caricia,
la ternura de una mano amiga...” (p.68), y cinco poemas evocadores:
“Hoy, volvemos a contar horas/ y sueños/ desde atrás como al principio./
Quizás sea esto/ el amor.” (p.75)
Al poeta Nicolás del Hierro se lo comen a besos tres ángeles: Irene,
Víctor y Andrea. Tras la dura vida soportada por su generación, es
un niño feliz. A cada nieto le dedica dos poemas: “Comprende,
Andrea, que a mis años/ ya no estoy para saltos ni cabriolas...”
(p.82) “Víctor todavía conserva/ la inocencia en su entraña.”
(p.85) “Ya puedes votar, Irene/.../
Úsalo como conviene/ a derecho y a deber./ Sé
justa en el conceder/ y exigente en ambiciones...” (p.86)
Pilar Serrano vive la poesía desde la piel al alma. Entrega nueve sonetos
y logra conmover cuando su corazón habla de los hijos, Lorenzo:
“El dolor y la pena yo quitarte/ quisiera con caricias y ternuras/
y así alejar lo triste, amor, besarte...” (p.97) y Pilar:
“No cambies nunca; que tu amor, bordado/ con letras de topacios y
armonías,/ dona tu corazón iluminado.” (p.98)
Presen Pérez siembra luz esperanzada de amor: “...es una loca
búsqueda/ por encontrarte y encontrarme;/ que respirar tu fuerza/ donde
se toma el pulso a la vida/ es un breve retorno hasta tu centro.”
(p.107) Nacen solidarios poemas, seducidos por quienes pagan con hermosas
sonrisas los cuidados que reciben: “Me enseñaste que lo pequeño,/
a veces, es lo más grande;/ sólo hay que descubrir el rostro/ donde
habita la inocencia.” (p.102)
“Palabra de Amor”, este caleidoscópico volumen de poetas amigos,
lo cierra Ramona Romero de Ávila. Mensajes apacibles, preñados de
recuerdos y fervor a La Mancha: “No necesita el mar/ ni sus ojos
azules/.../ le basta con la anchura/ de su campiña seca,/ de sus senos
hambrientos...” (p.112) Dolorosa verdad de la vida que siente
latir en la casa vieja, donde ya no pueden regresar sus padres, ni su
hermano. Allí la vieron crecer... y siempre los echará de menos:
“Si existen los fantasmas/ después de tanto tiempo, que nos busquen
a todos/ felices en su espacio,/ porque nunca estará
vacía de nosotros/ nuestra casa.” (p.116)
En estos días especiales de Navidad, me producen desasosiego los duros
presagios de la crisis. Para 2012, necesito pedir a los gestores culturales
de nivel local, provincial y regional, que sigan fomentando la necesaria
pasión de nuestros artistas (pintores, músicos, actores, cineastas,
escritores, etc.), junto a la valiosa labor de consolidados y reconocidos
grupos; todos incansables testigos de su tiempo.
Gestores culturales y personas sensibles: muchos tienen alma de poetas.
Tomarán decisiones sensatas, sin caer en la tentación de menoscabar
colaboraciones actuales sencillas, pero capaces de llenar aforos y superar
fronteras. Estoy convencido.
Lanza Digital
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